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El Festival de Viña del Mar 2025 no solo trae artistas, turistas y un flujo masivo por la Quinta Vergara. También dispara un fenómeno silencioso que cada año preocupa más a administradores y conserjes: los ingresos no registrados en edificios, especialmente en zonas cercanas a Álvarez, Viana, Agua Santa y subida Ecuador.

El origen del problema está lejos de ser un misterio. Durante esta semana, los edificios se llenan de arriendos temporales, huéspedes rotativos, acompañantes no declarados y, en muchos casos, códigos QR reenviados a terceros, generando un nivel de trazabilidad nulo en accesos peatonales y vehiculares.

Arriendos temporales en Viña

Lo que ocurre en Viña del Mar refleja con claridad la necesidad de sistemas modernos como los que aborda la guía Control de Visitas y Accesos Temporales | QR y Gestión de Proveedores para Edificios 2025, donde se detalla cómo la validación digital es clave en entornos con tránsito masivo.

Arriendos temporales: el punto ciego que los edificios no están pudiendo controlar

Las cifras turísticas lo confirman: durante el Festival, la ocupación temporal aumenta más de un 90% en sectores residenciales de Viña del Mar. Esto significa más movimiento, más desconocidos y, sobre todo, más personas intentando entrar a edificios sin haber sido registradas oficialmente.

Los administradores describen el fenómeno así:

  • Residentes que arriendan por plataformas digitales sin informar a portería.

  • Códigos QR enviados por WhatsApp a personas que nunca fueron declaradas.

  • Visitantes que ingresan varias veces con el mismo código porque el sistema no expira.

  • Acompañantes no registrados que “pasan junto” al huésped principal.

El resultado: edificios sin claridad sobre quién realmente está dentro.

El problema del QR reenviado: cuando la tecnología mal usada se vuelve una brecha

El uso del QR es una ventaja… siempre y cuando el edificio lo gestione correctamente.
Durante el Festival, sin embargo, se multiplica un hábito riesgoso: reenviar el mismo código QR a varias personas.

Esto produce tres fallas críticas:

  1. Visitas duplicadas sin que el sistema lo detecte.

  2. Ausencia total de trazabilidad si el QR se compartió fuera del canal oficial.

  3. Personas que entran sin autorización, utilizando un código enviado por otra persona.

En edificios antiguos, este comportamiento incluso permite que se repita el patrón ya observado en los casos de Ingresos fraudulentos en Santiago Centro | Fallas en accesos peatonales, donde la saturación y los sistemas obsoletos permiten que los delincuentes se mezclen con el flujo normal.

Más turismo, más proveedores, más riesgo

El Festival no solo atrae turistas; también moviliza:

  • técnicos de sonido

  • personal de montaje

  • proveedores gastronómicos

  • servicios de arriendo

  • delivery masivo nocturno

Y muchos de ellos llegan a edificios residenciales con solicitudes de acceso temporal.
¿El problema? Pocos condominios llevan un registro preciso de estas visitas, y algunos permiten el ingreso sin validar el motivo o el destino, aumentando las probabilidades de ingresos no autorizados.

Cuando no existe control real, se repite lo mismo que ocurre en comunas con congestión extrema: brechas que permiten que entren personas aprovechando el movimiento. Algo similar a lo descrito en Robos en accesos vehiculares de Quilicura | Riesgos en El Rosal y San Ignacio, donde la saturación vehicular se transforma en una oportunidad para terceros que se mezclan con el flujo normal.

Edificios cerca del Festival: zonas donde los accesos fallan más

Los administradores coinciden: los edificios más afectados suelen ser los que rodean:

  • Avenida Álvarez

  • Calle Ecuador

  • Sector Chorrillos

  • Agua Santa

  • Viana y Quinta Vergara

Estas zonas combinan turismo, comercio, arriendos temporales y una actividad nocturna intensa que deja poco margen para controlar manualmente quién entra y quién no.

Los conserjes, muchas veces sobrepasados, reconocen que en horas punta (20:00–23:00) el flujo es tal que solo alcanzan a observar quién pasa, sin validar realmente su identidad.

Sin trazabilidad no hay control: el talón de Aquiles del Festival

En temporada de Festival, uno de los errores más comunes es permitir accesos sin registro verificable.
Esto hace imposible saber:

  • cuántas personas entraron realmente,

  • cuántas salieron,

  • quién está alojando en cada departamento,

  • quién tiene acceso temporal y quién no.

Es decir, se pierde la base de cualquier sistema de seguridad comunitaria.

Por eso, administradores y comités están comenzando a buscar sistemas que eliminen el QR reutilizado y que permitan validar identidad en tiempo real, con expiración automática del código.

En este punto, tecnologías como las de Federal Access resultan clave: permiten registrar cada acceso, generar códigos únicos no reutilizables y mantener un control digital incluso en semanas de flujo masivo como la del Festival.

Conclusión: el Festival de Viña expone un problema que ya existía, pero que ahora es imposible ignorar

Los arriendos temporales no van a desaparecer.
El turismo seguirá creciendo.
El flujo peatonal durante el Festival seguirá colapsando accesos.

Lo que sí puede cambiar es la forma en que los edificios controlan quién entra.

Al final, el riesgo no está en el turista, sino en la falta de trazabilidad.
Y mientras los edificios sigan operando con registros manuales, QR sin expiración o torniquetes antiguos, los ingresos no autorizados seguirán ocurriendo.

La pregunta ya no es si ocurrirá un nuevo caso.
La pregunta es cuándo, y si el edificio estará o no preparado.

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