Durante 2024 y lo que va de 2025, administradores de condominios en La Reina han reportado un fenómeno inquietante: un aumento sostenido de incidentes nocturnos en los estacionamientos subterráneos, especialmente en sectores como Príncipe de Gales, Carlos Ossandón y La Reina Alta.
El patrón se repite en testimonios y grabaciones: accesos vehiculares sin guardia nocturna, cámaras desactualizadas y dobles ingresos no controlados que permiten que desconocidos entren sin ser detectados.
No son robos violentos ni portonazos; son ingresos silenciosos, casi invisibles hasta la mañana siguiente.

Y lo más llamativo es que esto está ocurriendo incluso en una comuna considerada tranquila dentro del sector oriente.
1. El talón de Aquiles: accesos vehiculares sin supervisión real
En varios condominios de La Reina, el turno nocturno funciona con un solo guardia para múltiples accesos, lo que deja a los estacionamientos subterráneos en una vulnerabilidad evidente.
Administradores señalaron que, entre las 00:00 y las 05:00, el flujo baja, pero la atención del guardia también.
En la práctica, esto significa:
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portones vehiculares que abren y cierran sin verificación visual
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entradas donde el guardia depende solo del monitor
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autos que ingresan detrás de otros sin que el sistema lo registre
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cámaras que no muestran patentes por mala iluminación
Es un problema estructural que obliga a preguntarse hasta qué punto la seguridad nocturna se sostiene con la infraestructura que hoy existe.
Este tipo de análisis ya se adelantaba en Control de Acceso Vehicular | Guía Completa para Condominios y Edificios 2025, donde se explicaba que los estacionamientos son el punto más débil cuando el flujo no va acompañado de un sistema de validación.
2. El patrón de doble ingreso: la falla menos visible y más frecuente
Uno de los incidentes más reportados es el doble ingreso no controlado.
Ocurre cuando:
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un residente entra con su vehículo,
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el portón tarda en cerrar,
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un segundo auto —desconocido— entra aprovechando la apertura.
Este fenómeno no es exclusivo de La Reina; también se ha observado en ciudades en pleno crecimiento, como se expone en Accesos peatonales en Chillán | Fallas en horas punta y riesgos de ingreso.
En Chillán ocurre por saturación; en La Reina, por exceso de confianza.
Lo que tienen en común ambos casos es simple:
los accesos no fueron diseñados para un flujo dinámico ni para un riesgo moderno.
3. Cámaras antiguas: el enemigo silencioso de los estacionamientos subterráneos
Muchos edificios de La Reina conservan cámaras instaladas hace más de diez años.
Los guardias describen que, en la práctica:
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no captan bien las patentes,
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generan zonas ciegas en rampas,
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muestran imágenes con ruido en la noche,
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no tienen visión angular suficiente para registrar el tailgating vehicular.
La Reina tiene edificios nuevos, sí, pero también muchos condominios construidos en los 90 y 2000 cuyos sistemas no fueron actualizados pese al aumento del delito en la región Metropolitana.
En varios casos, los administradores solo se enteran del ingreso no autorizado cuando aparece un auto desconocido en la mañana, o cuando un residente reporta que su baúl fue revisado.
4. La paradoja de La Reina: zonas tranquilas con accesos inseguros
En Zonas seguras en Santiago | Cómo el control de visitas marca la diferencia en 2025, se plantea una idea clave:
Las comunas seguras no lo son porque “nunca pasa nada”, sino porque los edificios tienen control estricto del acceso.
Lo que ocurre en algunos sectores de La Reina es la situación inversa:
la baja tasa de delitos visibles genera relajación operativa.
La comuna es tranquila, sí.
Pero varios edificios están operando con estándares de hace una década, mientras el modus operandi delictual ha evolucionado.
La combinación es peligrosa:
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portones lentos,
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cámaras antiguas,
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cero registro vehicular nocturno,
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un guardia para múltiples accesos,
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residentes que abren el portón desde su celular sin mirar.
La seguridad ambiental no basta cuando la seguridad operativa está rezagada.
5. Federal Access y la trazabilidad como barrera real
Un aspecto que administradores de la comuna han destacado es que, en comunidades que sí han modernizado la gestión vehicular, los incidentes nocturnos bajan significativamente.
Esto ocurre cuando se implementa:
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registro digital de patentes,
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control de doble validación vehicular,
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alertas por ingreso no autorizado,
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sincronización entre cámaras y acceso,
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verificación en tiempo real.
Varias de estas soluciones han sido adoptadas con el apoyo técnico de Federal Access, que ha desarrollado proyectos en edificios del sector oriente precisamente para enfrentar esta brecha: la falta de trazabilidad nocturna.
La diferencia entre un estacionamiento vulnerable y uno protegido radica en si existe —o no— un sistema que registre cada vehículo que cruza el portón.
6. ¿Por qué los incidentes han aumentado en 2025?
Administradores de La Reina coinciden en tres causas:
1. Cambios en los turnos nocturnos
Menos personal físico, más dependencia de pantallas.
2. Ingreso de vehículos sin identificación
Autos sin patente o con la placa tapada entran detrás de residentes.
3. Sistemas antiguos que no registran nada
Sin bitácora digital, no hay manera de saber qué vehículo ingresó realmente.
Lo que se está viendo en 2025 no es una “ola delictiva”.
Es una falla estructural en control vehicular, agravada por la modernización del delito y la falta de modernización de los accesos.
Conclusión
Los estacionamientos subterráneos de La Reina están siendo vulnerables no porque la comuna sea insegura, sino porque la operación interna de los accesos vehiculares no ha acompañado el avance de los riesgos.
La ausencia de guardias nocturnos, cámaras antiguas y portones sin supervisión forman un cóctel que permite ingresos silenciosos sin que nadie lo note hasta la mañana siguiente.
La buena noticia:
cuando la trazabilidad vehicular se moderniza con sistemas como los que implementa Federal Access, el riesgo baja drásticamente.
En 2025, el control de acceso vehicular no es un “extra”:
es el único límite entre un estacionamiento seguro y uno vulnerable.