El rol del conserje en la seguridad del condominio
En la operación diaria de un edificio o condominio, el conserje cumple una función clave: ser el primer filtro entre el exterior y el interior del recinto. Su tarea no se limita a abrir la puerta o registrar visitas; implica ejercer vigilancia, prevención y control de accesos de forma responsable y conforme a la ley.

Sin embargo, ¿qué ocurre cuando se produce un robo, portonazo o ingreso no autorizado? ¿Hasta qué punto el conserje puede ser considerado responsable? Estas preguntas no solo preocupan a los administradores, sino también a los propios trabajadores y a las comunidades que buscan mejorar su seguridad sin vulnerar derechos laborales.
Qué dice la ley sobre la responsabilidad del conserje
La legislación chilena, a través del Código del Trabajo y la Ley 21.442 de Copropiedad Inmobiliaria, establece que el conserje responde únicamente por faltas comprobadas de negligencia o incumplimiento grave de sus funciones, no por todos los incidentes ocurridos en el condominio.
En otras palabras:
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Si el conserje actuó conforme al reglamento interno, registró el ingreso y siguió los protocolos, no puede ser sancionado por hechos que escapan a su control.
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Si, en cambio, omitió medidas básicas de seguridad, como dejar una puerta abierta, permitir acceso sin identificación o no registrar una visita, sí podría haber responsabilidad administrativa o laboral.
El artículo 16 de la Ley 21.442 señala que los trabajadores del condominio están sujetos a las instrucciones del administrador, y que la comunidad debe proveer los medios adecuados para cumplir su labor, lo cual incluye herramientas tecnológicas de control.
Error humano vs. falla del sistema: el límite de la responsabilidad
Los casos más frecuentes en los que se discute la responsabilidad del conserje ocurren por fallas combinadas entre error humano y deficiencia tecnológica.
Ejemplos comunes:
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El sistema de registro de visitas se bloquea y el conserje debe autorizar manualmente el ingreso.
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Una cámara deja de grabar justo durante un incidente.
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La barrera vehicular no responde a tiempo y un vehículo no autorizado aprovecha para ingresar.
En estos escenarios, la responsabilidad no recae directamente en el conserje, sino en la administración del condominio, que debe asegurar el mantenimiento adecuado de los sistemas de seguridad y control.
De hecho, la jurisprudencia laboral chilena (Corte de Apelaciones de Santiago, Rol N° 12.309-2023) ha determinado que el trabajador no puede ser responsabilizado de incidentes provocados por fallas técnicas fuera de su control operativo.
Cómo puede un conserje reducir su exposición legal
Para proteger su trabajo y garantizar la seguridad de la comunidad, el conserje debe aplicar buenas prácticas respaldadas por la normativa:
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Cumplir protocolos escritos: mantener registro actualizado de ingresos y salidas.
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Verificar identidades: exigir credenciales, códigos QR o registros de visitas.
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Reportar fallas técnicas de inmediato a la administración.
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Evitar decisiones improvisadas que puedan interpretarse como negligencia.
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Registrar toda anomalía en el libro de novedades o sistema digital.
Cuando el condominio dispone de herramientas tecnológicas de respaldo, como las de Federal Access, el conserje puede desempeñar su labor con mayor trazabilidad y menos riesgo de error.
La tecnología como aliada del conserje

Hoy, los condominios modernos están migrando a sistemas que automatizan los accesos, reduciendo la carga de responsabilidad individual del conserje y aumentando la seguridad general del recinto.
Con las soluciones de Federal Access, el conserje puede:
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Autorizar ingresos mediante invitaciones QR seguras, sin contacto físico.
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Supervisar entradas y salidas con registro digital en tiempo real.
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Contar con alertas automáticas en caso de intentos de acceso no autorizados.
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Evitar errores humanos gracias a interfaces intuitivas y trazables.
Esto no elimina su rol, sino que lo transforma en un gestor de seguridad profesional, respaldado por datos verificables y sistemas inteligentes.
Casos reales: cuando la tecnología evitó sanciones
En un condominio de Las Condes, un vehículo ingresó con una credencial no registrada. Gracias al sistema digital de control de acceso, se detectó que el error provenía de un mal funcionamiento del lector anterior, no del conserje. La evidencia técnica permitió descartar responsabilidad laboral.
En otro caso, en Ñuñoa, una visita ingresó fuera de horario autorizado. El sistema QR registró la autorización emitida por el propietario, lo que eximió al conserje de culpa y sirvió como respaldo documental ante la administración.
Estos ejemplos muestran cómo un control de acceso moderno puede proteger tanto al conserje como a la comunidad frente a situaciones conflictivas.
La corresponsabilidad del administrador
El administrador de condominio tiene el deber legal de dotar de medios adecuados a su personal.
Si un conserje comete un error por falta de capacitación o por carencia de herramientas de control, la responsabilidad puede extenderse al administrador e incluso al comité.
Por eso, invertir en sistemas de gestión automatizados no es un lujo, sino una medida de cumplimiento legal que resguarda la gestión completa del edificio.
Conclusión: el conserje, más que un vigilante, un profesional respaldado
El conserje no es solo un trabajador operativo: es una pieza fundamental en la seguridad y convivencia del condominio.
Su rol, respaldado por la ley, debe ejercerse con profesionalismo, registro y apoyo tecnológico.
Gracias a Federal Access, los conserjes pueden trabajar con menos riesgo, mayor precisión y evidencia de respaldo en cada acción.
La seguridad del acceso deja de depender de la memoria o del papel, y pasa a un sistema confiable, auditable y legalmente válido.