Durante el primer semestre de 2025, Chile volvió a experimentar un alza significativa en delitos de mayor connotación social, particularmente en robos violentos. Según datos del Ministerio Público y la SPD, los robos con intimidación, robos con violencia y los llamados “robos sorpresa” registraron uno de sus incrementos más altos en los últimos cinco años, con un crecimiento que supera el 14% en varias comunas del país.
Aunque la Región Metropolitana concentra la mayor cantidad de denuncias, el fenómeno no es uniforme: ciertas comunas muestran un crecimiento más acelerado y, al mismo tiempo, patrones delictuales cada vez más sofisticados.
Este artículo busca explicar por qué ocurre este aumento, qué comunas son las más afectadas y qué desafíos trae para los edificios y condominios que hoy deben repensar por completo sus sistemas de acceso y seguridad.

1. Las comunas con mayor aumento de robos violentos en 2025
Según el seguimiento de la Subsecretaría de Prevención del Delito (SPD), las comunas que más incremento registraron este año son:
• Santiago Centro (+17%)
El aumento del flujo peatonal, la densificación extrema y el deterioro nocturno en sectores como Diez de Julio, Santa Isabel y Alameda han incidido directamente en los robos violentos.
Además, la presencia de edificios antiguos sin protocolos de acceso, similar a lo planteado en Ingresos no autorizados en Recoleta | El problema que afecta a edificios en 2025, facilita que desconocidos se mezclen con residentes.
• Recoleta (+15%)
La comuna ha experimentado un crecimiento sostenido en asaltos en la vía pública y robos violentos asociados a ingresos no autorizados en edificios. El subarriendo masivo y el comercio informal en ejes como Einstein y Dorsal han generado entornos menos controlados.
• Maipú (+14%)
Los portonazos siguen siendo uno de los delitos más recurrentes del sector poniente, especialmente en avenidas como Tres Poniente y Pajaritos. La combinación de calles angostas, alto flujo vehicular y poca iluminación nocturna son factores claves.
• Puente Alto (+12%)
El robo violento asociado a motocicletas en movimiento ha crecido, especialmente en zonas residenciales cercanas al Metro Protectora de la Infancia.
2. Un fenómeno que se multiplica por eventos masivos y temporadas de alta visita
Aunque el aumento de robos violentos responde a múltiples factores, uno de los más relevantes es el crecimiento irregular de la actividad urbana estacional.
El caso más reciente es lo ocurrido con la seguridad durante el Festival de Viña 2025, donde miles de visitantes presionaron la capacidad de edificios del plan de Viña, Reñaca y Álvarez.
Tal como se explicó en Festival de Viña 2025 | Cómo el flujo de visitantes afecta la seguridad de edificios, el colapso de accesos peatonales y vehiculares permite que desconocidos entren fácilmente detrás de residentes o incluso burlen conserjerías sobrecargadas. Lo mismo ocurre en Santiago Centro y Recoleta en horarios nocturnos: más personas circulando = mayor ventana de oportunidad delictual.
3. Factores que explican el aumento de robos violentos en 2025
Los investigadores del Ministerio Público han identificado algunos patrones transversales:
• Criminalidad itinerante
Bandas que se movilizan entre comunas de forma rápida para cometer delitos en sectores con baja vigilancia.
• Saturación de accesos en edificios
En edificios antiguos, sin tecnología moderna de control, los ingresos de desconocidos se hacen más frecuentes.
• Falta de trazabilidad
Edificios que aún no digitalizan su registro de visitas no pueden identificar quién entró y quién salió durante un incidente.
• Ritmo urbano acelerado
Ciclistas, motos de reparto, autos sin placa y vehículos en doble fila generan entornos perfectos para asaltos rápidos.
4. El rol del control de acceso en el aumento o la disminución del delito
En varios de los casos analizados, la ausencia de sistemas modernos de control de acceso es un denominador común. Edificios que aún operan con llaves copiables, conserjes sin respaldo tecnológico o registros manuales terminan más expuestos frente a robos violentos.
Los administradores ya lo vieron reflejado en lo expuesto en Control de acceso para edificios y condominios: guía completa para administradores 2025:
los sistemas deben ser rápidos, trazables, verificables y con doble capa, especialmente en comunas urbanas de riesgo.
La evidencia muestra que las medidas más efectivas hoy son:
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Face ID para residentes.
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QR dinámico para visitas.
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Listas negras automatizadas.
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Alertas por intentos repetidos de ingreso.
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Historial de accesos auditable.
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Integración con cámaras de alta resolución.
5. ¿Qué están haciendo los edificios para enfrentar este escenario?
Durante 2025, varios administradores de Santiago Centro, Recoleta, Estación Central y Maipú han implementado medidas de prevención que ya muestran resultados:
• Instalación de lectores biométricos (Face ID)
Permite identificar rostros autorizados y detectar intentos anómalos.
• QR para proveedores y visitas temporales
Evita llaves compartidas y códigos obsoletos.
• Torniquetes en accesos peatonales
Reduce ingresos silenciosos.
• Registro digital centralizado
Facilita la trazabilidad en caso de incidentes.
• Soporte técnico preventivo
Clave en edificios con alto flujo diario.
En este terreno, la participación de Federal Access ha cobrado relevancia. Su plataforma permite detectar patrones sospechosos, evitar ingresos repetidos de desconocidos y reforzar accesos saturados, especialmente en comunas con índices de robos violentos en alza.
Conclusión
El aumento de robos violentos en 2025 no responde únicamente a factores sociales o económicos: también está vinculado a fallas históricas en la infraestructura de accesos, falta de trazabilidad y sistemas tecnológicos obsoletos.
La evidencia muestra que las comunas más afectadas son aquellas con:
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mayor densidad,
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mayor flujo peatonal,
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edificios antiguos sin control digital,
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y altos índices de subarriendo o movilidad.
Frente a este escenario, reforzar los accesos con tecnología moderna —como la implementada por Federal Access— deja de ser una mejora opcional: se convierte en la única barrera real frente a un delito que evoluciona tan rápido como la ciudad misma.